06´30 de la mañana del viernes 30 de Enero del 2015, el despertador se agita, y entre las sábanas yo me destapo, bostezo y me desperezo a un lado y a otro como gato que se relame y… ¡¡arriba¡¡, descorro las cortinas y veo que las luces de la noche están puestas, duchita para despejarme rápidamente y tomarme mi Cola Cao la mejor medicina del día. |
Salimos por fin dirección a La Coruña y el tiempo ya no era el mismo, las nubes cerraban por momentos el cielo y las gotas de agua empezaban a cubrir el cristal delantero del C4, atravesamos la sierra de Guadarrama por el puerto de Guadarrama en la carretera de La Coruña, N-VI y en el alto de los leones había una tormenta increíble de agua y viento, nosotros aprovechamos para comer en el restaurante que en el alto del puerto existe, os lo recomiendo si pasáis por estos lares, sus carnes tremendas, y una curiosidad de este puerto que recibe el nombre de «Alto del León» por la estatua de un león hecha en piedra que hay en su cima. |
y hasta aquí llegamos por que en una alcantarilla del casco viejo y cuando la lluvia comenzaba a arreciar, note que la Vespa culeaba en exceso, y al bajarnos y pegar un vistazo pude ver que la rueda estaba pinchada…peroooo, ¡¡pinchada de narices¡¡,¿y ahora qué?,¡¡ pensemos¡¡…es tarde para un taller abierto, decidimos buscar una gasolinera y probar a echar el tubo anti pinchazos, después de andar con ella cogida como un niño un buen rato, menos mal que era todo el trayecto para abajo y vimos una gasolinera, echado el botecito de marras e hinchada la rueda, ¡¡perfecto¡¡ …nos duro trescientos metros, y nosotros allí, en una rotonda con la que caía, llamo a Rubén y me dice que está en diez minutos que nos parecieron media hora jejeje, el agua seguía cayendo con alegría, ¡¡por fin¡¡ aparece el bueno de Rubén, me lleva al hotel a por el carro mientras la pobre Isabelita se queda pasando un poco mas de frio hasta que lleguemos, se merece un monumento ella solita, porque frio os aseguro que hacía y agua caía. |
Y estando con ellos no sé quien dijo ¿y por qué no te llevas la moto a Bejar que hay talleres no es la capital y seguro que te la arreglan, de nuevo se me encendió la lucecita y vuelta al hotel coger carro y vespa y para el pueblo…y ¡¡¡milagroooo¡¡¡, aquí si había un taller, MOTOS CORTES con ganas de trabajar y con diligencia y profesionalidad en media hora estaba cambiada la rueda del plástico, DESDE AQUÍ GRACIAS. Desde este momento tomaba una nueva dinámica el día, ahora ¡¡si¡¡ podríamos subir a la cumbre de la Covatilla, nos reunimos con los demás que ya estaban preparados para el almuerzo en Bejar que fue bueno y en abundancia en esta tierra de buenas viandas, de jamón de bellota, de vacas pastoras y de ranas universitarias, y después del almuerzo llego la hora de la verdad, Isabelita estaba con mas capas que una lechuga y yo más de lo mismo, salimos por grupos, más que nada por seguridad en la carretera, pero según íbamos adentrándonos en el corazón de la Sierra de Bejar el tiempo parecía ir arropándonos con sus mejores galas de nubes color gris plomizo, el aire soplaba con más fuerza y la carretera se transformaba en serpiente con mil curvas, la llovizna helada en la superficie de la carretera advertía la singularidad de esta ruta hacia la cumbre que por otra parte era preciosa, mirabas hacia arriba nubes amenazantes, mirabas para abajo del puerto y el sol deslumbraba en las tierras bajas de esta preciosa sierra, mientras tanto y según nos acercábamos a la cumbre la ruta tiene 18 km a una pendiente media del 5,7%, con tramos de hasta el 16,4%, con estas pendientes el Plástico se “retorcía” para salvarlas con dignidad Vespera, comenzamos el último tramo hasta la cumbre y el más peligroso, miré un momento para atrás y la hilera de Vespas parecían un pelotón ciclista se mantenían a rueda unas a otras a sabiendas que la subida era lo suficientemente dura como para no quemarse al principio, si a esto le sumamos el hielo que ya se notaba incluso en las rectas y la cantidad de la nieve en las cunetas se estaba poniendo interesante y para “guerreros” curtidos en mil batallas Vesperiles como los que estábamos en este evento un reto y una ilusión, por fin la niebla nos envolvió con su blanco manto, la visibilidad mermo y el frío se intensifico ya en la cumbre, llegamos ¡¡por fin¡¡, alguna vespa rodo por el suelo estando prácticamente parada, no era para menos, el hielo ahora sí, era un aliado para dar con nuestros huesos en el suelo, las fotos y el ver hasta donde se podía ver fueron en los minutos que estuvimos en la cumbre de la Covatilla nuestro principal “trabajo”, la foto de rigor con el grupo y para abajo, con cuidado extremo en el primer tramo que era al más duro de ahí hasta el pueblecito donde nos daría un caldito que hacia revivir a un santo, de aquí a Candelario con muros anchos de piedra, grandes balcones de madera y las célebres batipuertas, la ruta por un camino rural impresionante por sus paisajes y sus ríos de álbum de fotos, rodeado de espectaculares bosques de robles y castaños en la comarca de la Sierra de Béjar colonia de pastores asturianos hace muchos años según me contaron, siguiendo la impresionante ruta por estos parajes paramos de nuevo en esta ocasión en El Castañar a 1080 metros de altitud para ver la plaza más antigua de España (La Ancianita), espectacular no dejéis de visitarla si por estos lares venís, asientos de piedra y construida con maderas enrejadas donde los oles se oían si acercabas tus oídos a sus viejos muros. |
Y llego la hora de la despedida para muchos amigos, otros pocos cenaríamos juntos en Salamanca, y aquí quiero hacer un pequeño inciso para dar un pequeño estirón de orejas a aquellos que no se apuntaron a la cena ( sé que todos tendrían sus motivos), pero para mí este último acto de la salida invernal debería ser un pequeño homenaje a esos amigos del Vespa Club Salamanca que durante un año estuvieron trabajando para que nosotros en apenas día y medio disfrutáramos y no nos faltara nada en nuestra instancia en esta increíble tierra Castellana, dicho esto poco más que decir, salvo dar las gracias a Rubén cabeza visible de este Vespa Club Salamanca y hombre para todo, dar la enhorabuena a todo el Club en general por su trabajo bien hecho y animarlos a que esta subida a la Covatilla siga muchos años más para que podamos vernos año tras año. |