“LA ALBERCA 2014"

 Hola a todos !

¡Pero que bien lo hemos pasado en La Alberca! ¡qué risas, qué buen rollo, tan sencillo, tan ricamente! Y….más de uno se preguntará: ¿cuál es la receta?. En mi opinión, la respuesta es “No soy cocinero”.

Se trata de ver a los colegas, va quien quiera y quien pueda, se hacen rutas sin cronómetros, sin aspavientos y la peña se apoya unos a otros. Se come a escote, menús “desde 15 pavos...”, aderezados por la maravillosa región de la Sierra de Francia, esa zona de Salamanca casi virgen, espectacular. La olla está ya servida, incluso todos llegan al restaurante sin mirar el mapa, eso nunca falla.

Este año nos hemos juntado un “puñao” de 4 y 2 tiempos, desde castellanos, navarros, portugueses, inglesas, cántabros, zamoranos, vallisoletanos, asturianos... hasta madrileños, más algún que otro locatis de ascendencia guiri
(especie que suele polular en los cruces, en plan estaca, para que no se despiste nadie). Pasión y muchas ganas de pasar un buen rato. Afirmo, es La Alberca.

Durante una decena de años, nos juntábamos colegas a lomos de nuestras brillantes e impolutas 90S, en San Lorenzo de El Escorial. Los condimentos eran similares ¡eso creía yo, pardiez!. Un día, ya cansado, traspasé el testigo a otros.

Hoy, los de las 90S, tienen un corsé protagonista ilegítimo. Para mi, son tiempos in memoriam.

¿Irse a Los Dolomitas? ¿A la Selva Negra? ¿A las Montañas Rocosas?. ¡¡Que no hombre, que no!!, aquí, en España, en el Oeste de la piel de toro, lindando con Lusitania, lo tenemos todo, en La Alberca con su Sierra de Francia,
con su hotel Doña Teresa y su atento servicio, sus sabrosos restaurantes La Catedral + Racha-Endrinal, sus rutas de asfalto impecable, sus montañas y “paellas” con poco o nulo tráfico, con sus castellanos, serios y austeros, buena gente que no quiere subirse al “cajón”.

La bajada desde Sequeros es casi como rodar el tramo de Pflanzgarten del viejo Nürburgring-Nordschleife pero hablando en cristiano. Desde Cristóbal, la vista de la sierra de Bejar tira de espaldas, son su cuco mirador del Madroñal.

y, ¿qué decir de las Batuecas?. Mientras tu motor ronronea, en la lontananza tienes las montañas de Extremadura, para, acto seguido, saludar al rio Alagón y arribar a San Martín del Castañar, Miranda del Castañar, Sotoserrano, Cepeda, etc...

Nos contemplan millones de castaños y cerezos, con curvitas a mogollón, un espectáculo digno de recorrer y disfrutar. En definitiva, te hace vivir momentos de felicidad.

El "Señor de La Alberca" lo lleva en la sangre, lo vive, se alegra viendo a los demás pasar un rato agradable, siempre entre amigos, de charleta, el caso es dar gas con los colegas, disfrutar de ellos y de los paisajes de la sierra. Lo digo con conocimiento de causa, no en vano me considero hijo adoptivo de Salamanca y, por más que repita una y otra vez sus carreteras, siempre me parecen diferentes, disfruto como si fuese un premiado de la lotería, un lujo.

Un abrazo especial a Javi y Luigi Castilla, de “Moteros de Salamanca”, que siempre están ahí, a Antonio “Francia”, de Motos DAKAR, pendiente de los demás, al Regidor de La Alberca, que permite
mostrar nuestras monturas en la plaza mayor, a Fernando (Tito), ese empresario de La Alberca que tiene mas visión que unos prismáticos Zeiss, al dios Eolo, que siempre respeta la ruta sin olvidar a los amigos, que vienen de lejos y a nuestras abnegadas damiselas, que aguantan el tipo detrás e, inexplicablemente, nos conducen siempre por el sitio adecuado.

Para muestra, un botón, una imagen vale más que mil palabras.

Pinchar en https://vimeo.com/98906493

Gracias Alfonso, no cambies nunca.

¡Larga vida al Señor de La Alberca!.