¡¡¡ DANI PEDROSA Y EL SÍNDROME COMPARTIMENTAL  !!!

           

   Empieza un nuevo año motogepero y a la primera ya hemos tenido dos grandes noticias; ha ganado Valentino Rossi a sus 36 años y tropecientos mundiales en el bolsillo y Pedrosa se retira momentáneamente.

Nunca ha sido Pedrosa santo de mi devoción y no porque no sea un gran piloto que eso está demostrado, no en vano ha ganado mundiales de 125 y 250, mundiales que entendiendo un poco de que va esto, sabemos de sobra que están muy caros en categorías en las que nadie regala ni un metro.

Nunca ha sido santo de mi devoción porque en esto de las motos a veces pensamos, equivocadamente quizá, que un piloto tiene que tener carisma. A lo largo de la historia los pilotos que gozan de ese carisma siempre han sido mucho más idolatrados. Parece que en este mundillo motogepero un piloto debe ser simpático, agradable, hacer locuras de tanto en tanto, en fin, esas cosas que atraen. No sabemos muy bien por qué, esa es la verdad, pero en el fondo es así. Pedrosa siempre ha sido un tipo callado a veces rayando en la bordería.

La lesión que sufre es, en términos coloquiales, jodida. El Síndrome Compartimental se produce en el antebrazo por la presión de los músculos al aumentar estos por encima de lo normal con el esfuerzo del pilotaje. Ese aumento muscular se comprime dentro de la vaina que recubre el músculo (fascia), la cual tiene una capacidad máxima de envoltura. Cuando llega ese momento provoca que el brazo duela, pero sobre todo que se adormezca, aparezcan calambres, debilidad perdiendo fuerza y sensibilidad al margen de tener que aguantar el dolor. Para que se entienda de qué tipo es el dolor es como cuando un músculo monta encima de otro, más o menos similar al típico “se me ha subido la bola”.

Este fenómeno se produce por dos razones; Una por el movimiento continuo de dar gas y quitarlo al tiempo que se accionan las manetas, pero sobre todo en el momento de la aceleración; al acelerar el cuerpo se desplaza hacia atrás y las manos deben hacer tres movimientos; agarrar puños para no irse hacia atrás, girarlos y manipular manetas, todo a la vez. Esta segunda razón es la que más afecta al Síndrome Compartimental, sobre todo en el antebrazo derecho.

Este síndrome no se elimina con fisioterapia, estiramientos ni otras técnicas de este tipo. Se ha intentado incluso la acupuntura. La única opción es la operación que consiste, resumiendo, en abrir un poco la vaina que recubre el músculo liberando a este de presión. El problema es que a Pedrosa le han operado ya dos veces y se ha reproducido y no recomiendan una tercera intervención similar. Sólo parecen quedar dos opciones; Una operación que practica un médico holandés que no sé en que consiste y que es muy invasiva y otra que es la retirada.

La historia está llena de pilotos espectaculares que tuvieron que retirarse por esta lesión, el más famoso de ellos Freddie Spencer que después de ganar el mismo año 250 y 500 con Honda Rothmans nunca volvió a ser el mismo tras operarse. Un caso reciente es el de Nicky Hayden que tras ganar el mundial de 500 y operarse nunca volvió tampoco a ser el mismo. Por eso decía al principio que es una lesión complicada y que históricamente se ha llevado la carrera de muchos pilotos que en algún caso ni pudieron llegar a la cúspide por este motivo.

Es una difícil elección la de Dani Pedrosa porque yo también entiendo que después de las carreras hay vida y entrar en un quirófano a una operación muy complicada sin todas las garantías es arriesgado, pero al mismo tiempo y al nivel que está MotoGp no estás aquí para pasearte entre el 6º y el 10º un piloto con dos mundiales a sus espaldas.

Esperamos que Dani vuelva a deleitarnos con esas salidas fulgurantes, con esa finura de conducción y deseamos que regrese a los podium, pero ciertamente como dice un dicho popular “No me gusta como caza la perrina”