Hola de nuevo a todos. Iniciamos un 2.015 que espero que sea
para todos, como mínimo, mejor que el año que se fue. Una de mis
propuestas personales para este 2.015 es montar más en moto
porque lo que es el año anterior…ha sido para olvidar en ese
sentido.
A raíz de la
presentación de la nueva BMW 1000 de Trail, quiero trasladaros
una reflexión personal a propósito de este segmento que es
quizás, junto con el segmento Naked el que realmente ha
despegado.
Cuando surgió la moda
de las Trail, venía derivada de aquellas motos que iniciaron las
primeras ediciones del rally Paris-Dakar. Modelos como la BMW
R100GS, que a manos de Hubert Auriol (que a día de hoy me sigo
preguntando como ese hombre, que debía medir lo que un Hobbit,
era capaz de subirse y controlar aquel motón), las Honda XRV,
las Yamaha Teneré. Motos que llevadas a la calle respetaban
muchas de las concepciones “Dakarianas”, como ruedas estrechas
de tacos, con 21 pulgadas, desarrollos de cambio más bien
cortos, cuadros de mandos austeros y pequeños, largas
suspensiones, depósitos enormes y decoraciones siguiendo los
patrones de las rotulaciones del rally.
Los primeros
compradores lo fueron porque, al margen de la estética, querían
salirse, de tanto en tanto, de lo negro y recorrer algunas
pistas para poder llegar hasta donde las de carretera no podían.
Otra razón de compra era que muchas carreteras secundarias de
aquella época eran verdaderas “cañadas de cabras”, de asfaltos
descarnados y llenos de baches y las Trail, con sus largas
suspensiones permitían deambular por ellas sin riesgo a romper
nada y hacer rutas por sitios que las otras sufrían mucho.
Algunos incluso se atrevieron con ellas por algunas rutas de
Marruecos y Argel…y no volvieron a hacerlo.
Hoy en día no es así y
la última Trail, propiamente dicha, fue el anterior modelo de
KTM, la 990 Adventure. Sin embargo, todas las marcas tienen en
su catálogo un modelo o varios de Trail, con cilindradas de 600,
800, 1.000 y 1.200 cc. Más acertadas o menos estéticamente, más
equipadas o menos, más caras o más baratas, pero todas con dos
denominadores comunes; Han olvidado en un 90% que eran motos
para circular también fuera de lo negro y han quitado espacio a
parte de otros segmentos.
La respuesta a su
éxito está en que son un poco moto para todo y por eso quitan
espacio a motos de otros segmentos; No son ruteras pero son
cómodas y bien equipadas y por posición de conducción y
capacidad de carga quitan ventas a las GT, porque cuando acabas
el viaje son más estrechas y más ligeras que las GT para el día
a día: No son deportivas pero son muy rápidas; entre ellas hay
algunas que por chasis, motor y suspensiones (como imagino la
nueva BMW 1000, la KTM 1290, o la nueva Yamaha Tracer X)
permiten un pilotaje muy fluido, muy rápido y con unas tumbadas
de escándalo pero es que además, en estos tiempos de persecución
policial, no invitan tanto al ataque como las deportivas y son
infinitamente más cómodas y menos exigentes y hasta puedes
llevar a alguien detrás. No son Naked pero entre ellas, hay
modelos con casi todo al aire y además, protegen más y son más
cómodas y como en las deportivas, puedes llevar a alguien
detrás, cosa que en las Naked, en un 90% no es posible, o al
menos con ciertas garantías de comodidad. Y todo esto con unas
electrónicas avanzadísimas que permiten estándares de seguridad
alucinantes e impensables hace unos muy pocos años.
En definitiva, desde
mi modesto punto de vista, su éxito radica en que tocan un poco
todos los palos. Eso en sí mismo, no es ni bueno ni malo sino
simplemente una circunstancia; Nunca serán las mejores en nada
pero lo harán todo razonablemente bien. La ventaja que aportan
además es que tienen una horquilla de precios enorme y se pueden
encontrar desde 8.000 a 20.000,00 €. Ahora vendría la pregunta
clave; ¿realmente son necesarios 140 o 150 CV y la enormidad de
equipamiento que traen? Definitivamente no. Tener asientos
calefactables, navegadores, controles de velocidad, controles de
presión de neumáticos y un montón de gadgets más para que el 90%
sólo la usen por ciudad y alguna salidita dominguera, pues para
mi no tiene ningún sentido. Un ejemplo; ¿Un asiento calefactable
para alguien que sólo hará un hipotético viaje en verano? ¿Un
asiento calefactable para alguien que no hace un viaje, aunque
sea corto, porque llueve o hace frío? ¿Unas suspensiones
regulables electrónicamente para que un 90% no las toque más que
cuando se lo cuentan a la hora de la entrega?
Todos los gadgets
deben existir y cada uno que elija lo que su bolsillo le
permita, pero de ahí a que sean lógicos hay un gran trecho. Así
pues, un mismo modelo puede variar su precio hasta 4.000 €. En
fin, es lo que tiene la diversidad de la fauna motera, que hay
de todo.
Al final una cosa está
clara y que algo tendrá el agua cuando la bendicen y hasta los
más recalcitrantes enemigos miran a las Trail con otros ojos y
que cada vez sean más fabricantes los que se vuelcan con ellas
quiere decir que el publico las demanda y las compra. Seguir la
evolución de las Trail desde el principio es todo un estudio de
la evolución de las motos, de los moteros y de la tecnología. |