Adios, Adieux,
Goodbye, Auf Wiedersehen, До свидания (léase Dasbidanya),
さようなら (Sayonara),
Agur, Adeu, Até logo. En fin, no se en cuantos idiomas
decirlo, pero en definitiva, ADIOS. A los moteros no nos
vale un hasta luego, no, debe ser un ADIÓS, rotundo y claro.
La verdad es que lo
peor de todo es que este hombre va a pasar a la historia
como el que consiguió bajar la siniestralidad en España.
Esta es la verdad. Con el tiempo, nos olvidaremos del 110
por hora, de los radares ultra modernos y la sociedad,
hipócrita y falsa como ella sola le dará cabida en
Seminarios, Conferencias, en alguna aseguradora de renombre
como Consejero o Asesor de alto nivel o cualquier cosa
parecida. Pues nada que le vaya estupendo.
Lo cierto es que
este señor ha logrado unas cotas de siniestralidad
impensable hace algún tiempo, sin embargo, nadie ha
mencionado, porque no es políticamente correcto, que se ha
visto acompañado por factores que han influido una
barbaridad en ello. Hay que reconocer que el carné por
puntos ha sido básico, y que el miedo a perderlos tiene
mucho que ver, sin embargo la famosa crisis también está
detrás de todo esto, prueba de ello el descenso brutal en
matriculaciones, el alto precio del combustible y cinco
millones de parados y otro equivalente que no sabe que
pasará con su trabajo a corto y medio plazo que hace que los
desplazamientos se reduzcan al mínimo, y que por consumo se
haga a menor velocidad. Todo esto es mucho más importante de
lo que parece e influye muchísimo en el descenso de la
siniestralidad.
Yo viajo
constantemente y puedo asegurar que el tráfico rodado, tanto
de de turismos como de camiones ha bajado mucho. Como
ejemplo, me desplazo mucho a Madrid a primera hora de la
mañana y hace ya tiempo que no tengo atasco a la entrada de
Madrid. Todos esos vehículos que no circulan reducen las
posibilidades de siniestro. Pero claro, eso no cuenta, sólo
cuenta que hay menos muertos y menos heridos y que todo se
debe a la política del señor Pere Navarro.
Sin embargo, diga lo
que diga la sociedad y sus políticos, los moteros decimos
ADIÓS en todos los idiomas. Nadie nunca nos ha perseguido
como este hombre, cual Torquemada inquisidor, sólo le
hubiese faltado quemarnos en las hogueras. Imágenes de
descerebrados continuamente en la televisión para que fuese
la propia sociedad la que nos rechazase, campañas de control
salvajes, carné imposible de conseguir (que le pregunten a
las autoescuelas sobre esto), incidir todos los lunes sobre
los fallecidos en moto como si fuesen distintos a los
fallecidos en coche, amedrentar a la sociedad cuando se
acercaba un evento motociclista, y sobre todo engañar con
medias verdades para ponernos a todo el mundo en contra.
ADIÓS. No se
preocupó usted nunca por nosotros, ni por el estado de las
carreteras que son trampas mortales, ni por los guarda
raíles que nos siegan, ni por la concienciación al
automovilista de la moto en la ciudad, ni por lo que
ahorramos de combustible y contaminación, ni por lo que
hacemos descender los atascos en las ciudades y mucho menos
por nuestro amor y nuestro derecho a la moto y ha disfrutar
de ella.
No quiero perder más
tiempo con usted y de nuevo, y no me canso, le digo ADIOS en
todos los idiomas.
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