¡ Ese centímetro es mío y si estás delante peor para ti !

Ver para creer. Las últimas vueltas de Rossi y Lorenzo, o Lorenzo y Rossi del último GP de Japón fueron increíbles. Parecía una carrera de 125 en lugar de una de Moto GP, o más bien, como una carrera de Superbikes. 

Las declaraciones de Lorenzo y el toque de atención por parte de Yamaha a Rossi, marcaron con posterioridad la carrera. No pretendo ser un “Rossista” pero sí un tío tiene que justificarse después de todo lo que ha ganado este, ya no sé que más hay que hacer en la vida. Que un señor sea criticado por disputar un puesto en una carrera, sencillamente no es comprensible.

Lorenzo es un gran piloto. Muy bueno. Un pilotazo. Mientras pilota, tiene una gran ventaja, y es que aislado en el mundo interior que supone llevar un casco, y dentro de él, estar tú y tus circunstancias, le permite concentrarse en aquello que mejor sabe hacer, que es pilotar. El problema viene cuando se quita el casco y claro, hay que estar en sociedad. Como es lógico, una persona, no ya Lorenzo, sino cualquier persona, cae bien a unos, mal a otros y crea indeferencia a otros muchos, y eso es independiente a lo bueno o malo que seas profesionalmente.

 Lorenzo tiene sus defensores, sus guerreros, sus “Lorenzo´s Land”, que le siguen a todos los lados. También tiene sus detractores, que está deseando que no gane nunca. Yo en eso, ni entro ni salgo. Tengo mi opinión, como todo el mundo, pero no es ese el objeto de este artículo.

La historia de las carreras, está jalonada de grandes enfrentamientos, de los que hemos hablado en otro artículo de esta sección, “Ya no quedan héroes”. En todos esos enfrentamientos siempre ha habido héroes o villanos, dependiendo del lado que estuvieses. Quien no recuerda a los Roberts, Schwantz, Rainey, Lawson, Gardner, Doohan, Spencer… Ninguna carrera era dada por perdida, como tampoco lo eran las declaraciones posteriores, en las que se acusaban de todo y de nada, pero que a la siguiente carrera, la situación era la misma. Un centímetro era un centímetro, y ese centímetro era mío y de nadie más, y si estabas en el medio peor para tí. Esa era la filosofía y esa era la emoción de las carreras. Nunca oí a ninguno de ellos decir que el otro le ponía en peligro; lo que oía es que “ese” no sabía frenar o que no sabía trazar, o que simplemente era una “nenaza”. Ah, y todo esto, sin control de tracción ni gestiones electrónicas de ningún tipo. Sólo manos y piernas.

Que Rossi dispute una carrera porque sí, no es nada nuevo, pero es que además le pagan por eso. El señor que se pega con él, tiene que tener claras dos cosas; la primera es que a este no le gusta perder ni a las chapas, y la segunda es que se divierte haciéndolo como nadie. Lorenzo, que se juega un mundial, lo que tenía que haber hecho es dejarlo. Como siempre dice 12+1 “pensar en la moto”. Pero si a pesar de saber eso voy a pegarme con él no puedo criticarlo después. Claro, si yo fuese Lorenzo me encantaría que hubiese sido Pedrosa, fino donde los haya, con su carácter sí, pero fino. O a Stoner, poco amigo de estos líos (Laguna Seca hace dos años). Pero no siempre puedo elegir a mis rivales. ¿O es que Lorenzo no piensa? ¿Quién se puede fiar de un tipo que es capaz de adelantar por la tierra en la curva más difícil del mundial?

Quizás sea más fácil criticar que pensar. Si Lorenzo va por la guerra psicológica va a perder. No el mundial, eso es casi imposible, pero a la larga perderá. Maneja mejor el mando del acelerador que el mando del micrófono. Esto son motos, y se habla en el asfalto. Es el asfalto el que dicta sentencia. Lo demás, son mariconadas.