Tras un tiempo ausente, aquí vuelvo a
la carga a dar el “peñazo” habitual. Hay tantos temas sobre
los que escribir que mi única neurona, y que a veces patina,
no hay manera de que se conecte a masa y no me terminaba por
decidir sobre que tema hablar. Como siempre, la inspiración
salta en el momento más inesperado.
El otro día, un amigo de
moteros de salamanca, Ernesto decidió cambiar su Harley
Sportster por una flamante Harley Dyna Wide Glide. Esto no
sería una novedad en sí misma más allá de lo poco que se
vende con esta crisis. Lo que sí es una novedad es lo que
sucedió cuando acompañamos a Ernesto, Javier Castilla y yo
(Pili y Mili), a recoger la moto.
La moto ha sido comprada en
Harley Davidson Extremadura de Mérida. Esto supuso un viaje
relámpago en moto desde aquí, de casi 600 Kilómetros,
saliendo a las cuatro de la tarde y regresando a las doce de
la noche. El viaje en sí, como conocemos casi todos es un
poco rollo porque los kilómetros de autovía se hacen
eternos, sobre todo a más de 33º de temperatura a primera
hora de la tarde. Aprovecho a mencionar el excelente
comportamiento, en esas condiciones del traje de cordura
ventilado de Triumph. Un 10 para el traje. El viaje, salvo
el tramo de Cañaveral a Cáceres por las curvas del pantano,
que son fantásticas y recién asfaltadas, un rollo en la
bajada. La vuelta, la hicimos por Trujillo y Navalmoral que,
aún siendo unos 50 kilómetros más, tiene una autovía mucho
más entretenida con pocas rectas de esas eternas. Hacía
mucho que no viajaba de noche y me lo pasé fenomenal porque
me encanta viajar de noche por una autovía amplia, no muy
aburrida y con buen asfalto. Me lo pasé muy bien. De cómo
terminó el culo mejor no hablar. Es un tema a revisar en mi
moto. Por cierto, la luz de la moto de lo mejor que he
visto.
El caso es que llegamos a
Mérida y el concesionario está a unos 5 kilómetros de Mérida
por la antigua Nacional V en dirección a Madrid. Está muy
lejos de la ciudad, pensé. Pero no, daba igual porque
llegamos al mejor Concesionario de motos que he visto nunca.
Ni en Madrid, ni en Barcelona, ni en Valencia, ni en ningún
sitio. Sencillamente Espectacular. Las instalaciones de
primera, con una exposición muy bonita, bien estudiada con,
espacio, llena en cada rincón de Merchandising específico de
Harley, con más de una moto de cada modelo de la extensa
gama de Harley, incluyendo las exclusivas CVO. Una zona de
motos de ocasión, muy bien resuelta, sin desmerecer en nada
a la de nuevas, con motos de segunda mano relucientes y en
perfecto estado y no apartadas del resto y de cualquier
forma como por desgracia acostumbramos a ver. Otra zona de
boutique increíble, con todo tipo de ropa Harley, bien
distribuida y con varias tallas de cada modelo y cada tipo.
Botas, cazadoras, cascos, camisetas, pantalones, trajes,
guantes, pañuelos, ropa térmica y todo tipo de accesorios de
los que Harley tiene una barbaridad. Una zona para que los
niños puedan estar mientras los padres deambulan por la gran
tienda con zona de juegos y hasta con una tienda de campaña
para su entretenimiento. Un bar enorme en el simplemente el
grifo de cerveza, un motor de una antigua Dyna ya merece la
pena. Todo tipo de fotos, carteles antiguos, etc., jalonaban
todas las paredes. Un restaurante todo en color corporativo
naranja/negro, en el que absolutamente todo estaba a juego.
Un taller, súper ordenado, amplio, limpio y con zonas de
trabajo específicos en el que nada estaba fuera de su sitio
y sé de lo que estoy hablando.
Todo lo relatado impresiona
pero lo que es difícil de describir fue el trato recibido,
amable, sin exageraciones pero muy cortés, atendiéndonos la
vendedora, el jede fe taller, el gerente y todos de la misma
forma, con la misma filosofía. Nos hicieron fotos, nos
acompañaron visitando las instalaciones y explicándonos
todos los pormenores de la misma, como se creó, como se
pensó, para que era cada cosa. Las explicaciones sobre la
moto nueva, tanto en lo que a su funcionamiento se refiere
como a recomendaciones de uso y mantenimiento perfectas.
La pregunta clave es qué
como es posible que en Mérida, haya un concesionario de este
porte. La pregunta surge tras escuchar en muchas ocasiones a
Concesionarios de nuestra ciudad las pocas unidades que se
venden, los problemas que ocasiona tener mucha ropa y
accesorios, etc. Quizás la respuesta a todo ello sea todo lo
que acabamos de describir. La atención comercial y la
posibilidad de acceder a muchas opciones de las que por aquí
no disponemos. El ejemplo claro es el del comprador. En
Salamanca no hay Harley por lo que sólo puedes comprar por
teléfono o Internet. La diferencias de precio de la moto no
era mucha entre unos concesionarios y otros pero la elección
fue Mérida. Quizás fuese más sencillo Madrid o incluso
Cantabria. Pero fue Mérida. Y lo fue porque desde el
principio y sin conocerse la atención fue impecable y las
facilidades muchas.
Y con esto entramos en un
tema delicado que es el precio de la moto. La crítica de los
Concesionarios en Salamanca es que la gente sale fuera a
buscar precio y al final compran por esa diferencia. Sin
embargo, en el ejemplo de esta moto en particular que vale
16.000 €, supongamos que aquí me cuesta 600 € más. Vamos a
suponer que esa moto te dura 4 años. Eso quiere decir que
dividiendo 16.000 por cuatro años serían 4.000 € al año y
estos divididos por 12 meses 333,33 €/mes y estos divididos
por 30 días suponen que la moto te cuesta 11,11 €/día. Si la
moto costase 16.600 € el coste final serían 11,52 €/día ¿Eso
decide la compra? Yo creo que no. Lo que la decide es el
trato y la atención. El que te sientas a gusto en un sitio y
que no parezca que encima te están haciendo un favor.
Ahora viene el problema de
qué hacer con tu moto. Esos diferenciales de precio muchas
veces quedan anulados por el hecho de que recojan tu moto. Y
lo sé por experiencia. Simplemente eso decide una compra. La
crítica es que en Salamanca nadie las recoge porque según
los profesionales no hay mercado. ¿No hay mercado? Mis
últimas tres motos son usadas, pero es que además, Internet
te abre un mercado sin límites en el que la gente tiene
asumido que hay que pagar más a un concesionario que a un
particular. En el caso de Mérida, el 70% de las usadas se
venden vía Internet. Lo que pasa es que hay que
reacondicionarlas, dejarlas preparadas y exponerlas en
condiciones. Y puedo asegurar que tienen un beneficio, al
margen del de la nueva. No será mucho pero te aseguras
movimiento, condiciones de compra con las marcas, taller,
etc.
No quiero extenderme mucho
para no aburrir, pero creo que era interesante reflexionar
sobre estos temas y analizar lo que hacen fuera para ver lo
que hacemos nosotros. ¡Ah, por cierto! Esta misma gente de
Mérida abren, en edificio aparte, en el mes de Octubre
Ducati y Triumph. Eso en tiempos como los actuales. Casi
nada.
Gracias a Harley Davidson
Extremadura por atendernos como lo hicieron y mi más sincera
enhorabuena por vuestras instalaciones. |