Donde está la Cara siempre está la Cruz

 

    Llegó el buen tiempo, eso que los moteros esperamos con ansiedad, porque sin dejar de ser moteros durante todo el año y sufriendo como sólo se sufre en nuestra ciudad o provincia, donde tan sólo hace pocos días luchábamos contra el frío para de repente pasar a días intensos de calor, y esos cambios tan drásticos, en esta zona, los conocemos bien; el caso es que llegó nuestro momento, esperamos impacientes el fin de semana, o cualquier momento libre para sacarle el jugo a nuestras motos, días de vacaciones, sábados sin trabajo, domingos de descanso, momentos, horas, instantes donde nuestra cabeza inmediatamente imagina y busca la forma de unir estos periodos a nuestra afición, la que tanto nos gusta : “Montar en Moto”.

   El tiempo, los amigos y nuestros bolsillos en muchos casos marcarán la prioridad de nuestras actividades moteras.

    Llegó el momento de disfrutar, de rutas por carretera, de concentraciones, de aproximarnos más a la naturaleza, de nuestros mejores viajes, de compartir con nuestros amigos nuestra afición, de buenas comidas, y todo ello unido a nuestras Motos. El que no es motero difícilmente se puede hacer una idea de lo que esto supone, como alguien ha dicho en algún otro escrito de esta página ¿Quién puede hacer un viaje de 200 Km. para tomar un café o una cerveza, y luego regresar? Para decir finalmente cuanto he disfrutado y recordar el momento, sólo un motero, quien no lo es pensará que estamos locos.

   Pero como por desgracia en esta vida nada es perfecto y acompañando a todas esas maravillosas sensaciones siempre  tiene que existir un “Pero”, y si las sensaciones son grandes también mayor lo es el inconveniente que las acompaña, y me refiero al “RIESGO” .

   Para nada con este escrito pretendo desalentar  pero si avisar, avisar a mis amigos, a mis compañeros, a quienes comparten conmigo esta afición, que nunca olvidemos que mientras disfrutamos ese fantasma “EL RIESGO” nos acompaña, y que la única manera de vencerlo se llama “PRUDENCIA” mientras tomamos una curva, mientras seguimos a un compañero, siempre, siempre debemos ser conscientes de nuestras limitaciones. Sin olvidar esos aspectos que nos ayudarán sobremanera a luchar contra ese fantasma, motos en perfectas condiciones, neumáticos en buen estado, siempre ropa con protección, en trayectos más cortos o soportando el calor con nuestras prendas es preferible sudar que abrasarnos contra el asfalto, todo ello es fundamental para disfrutar como los moteros sabemos hacerlo.

   Evitar a los aliados del fantasma, cansancio, alcohol, velocidad extrema, arriesgar sin experiencia suficiente, acercarnos al límite no satisface tanto os lo aseguro.

   En este periodo nuestra sierra es un lugar idílico para todos nosotros, pero no debemos olvidar que esconde alguna que otra trampa, en el estado de algunas carreteras, en los malditos guardarrailes o cuchillas que invaden nuestra sierra, y que por supuesto no es un circuito libre de tráfico, que después de cada curva puede aparecer otro vehiculo que ocupa más que nosotros en la calzada, todo estos aspectos no debemos de olvidarlos cada vez que salimos a circular.

   Disfrutar amigos hemos sido atrapados por una afición maravillosa y debemos seguir haciendo que lo sea, recordar que donde está la cara siempre está la cruz, permanecer siempre atentos, conscientes de que somos conocedores de todas estas recomendaciones muy repetidas, solo nos queda sumar aspectos positivos que seguramente serán muchos a lo largo de este verano.

 

                                                                                         Javier Castilla

                                                                                             Moteros de Salamanca