Toda la vida montando en moto y no sé hacer un cabata, entre el profesional del circo que realiza piruetas sobre una rueda, y un amigo mío piloto  de aviones que levanta solo su tren delantero de un boeing 747 durante unos segundos, hay mucha formas de hacer cabatas, pues yo no sé hacer ninguno, está claro que elegí otra forma de quemar mi adrenalina.

Nuestra forma y manera de montar en moto, es un gran abanico que va de conducir nuestra motocicleta siendo un ñoño hasta hacer la cabra, quizás por mi edad intento buscar mi sitio en el centro de ese abanico por donde se encuentran los moteros prudentes, amantes de la velocidad pero con límites, los que disfrutan del entorno, de un buen plato tras una ruta, de lucir su moto y admirar las de los otros, de divertirse con la moto y los colegas.

Todos somos moteros pero no todos somos pilotos, seguro que muchos como yo no hacen cabatas, ni tocamos con la rodilla el suelo, pero os aseguro que somos moteros, y creo que sin menospreciar las piruetas y la facilidad con que algunos las hacen, debemos ir dando más importancia al motero con los valores que antes señalaba, ya se encargan los medios y en algunos casos los dirigentes por intereses de mostrar la peor imagen de este mundillo, debemos ser nosotros con nuestra actitud los que vayamos cambiando este sentimiento.

Muchas veces en las concentraciones donde hay un espectáculo con un profesional haciendo piruetas con su moto, no le prestamos atención, en cambio vemos a un subnormal haciendo un cabata en medio de una multitud de gente y le hacemos un pasillo entre nosotros  a riesgo en muchos casos de nuestra vida, y si un tipo quema su rueda o petardea su moto hasta romperla nos quedamos perplejos mirando, una bobada más como tantas y tantas hay por la vida y no nos llaman en absoluto la atención, que sentido tendría romper tu moto si nadie te mira.

En el mundo motero también existe un orden, los pilotos al circuito, los malabaristas al circo y los moteros a disfrutar de la vida y de esas sensaciones que nos proporcionan nuestras motos, es imprescindible trasmitirle a los moteros que empiezan estos principios, porque sino en el mejor de los casos romperán su moto y en el peor se romperán la crisma.

Disfrutar de la Moto y de la Vida.