Manolo “El Psicologo” porque
había que distinguirlo de Manolo “El Barbas” se ha ido hace bien poco,
como poco es el tiempo que aprovechamos. Manolo siempre incondicional
conmigo, nada es más grato que hacer lo que te gusta, es lo que siempre
he intentado hacer toda mi vida, y así ha sido en este mundillo de las
motos, pero si a mayores tienes a alguien que te anima, todo lo que
haces cobra sentido, en mi poca o mucha dedicación al colectivo de
moteros, "El Psicólogo" siempre me ha alentado y me ha animado a seguir,
¡Gracias Manolo!.
El Ruedas Charras, nuestro Club, pierde
uno de sus Socios Veteranos, y no dudo que todos estamos tristes y
consternados "El Psicólogo" nos hizo reír, nos enseñó desde el principio
a ser más moteros, a disfrutar nuestras rutas con mas y mayores
atractivos que el simple hecho de montar en moto.
Ahora se pasa a ese otro Club de Moteros
que nos van dejando y que cada vez es más numeroso y allí les enseñará a
montar de pie sobre una trail, nunca te olvidaremos Psicólogo.
Hace muy poco, compartimos la
cena de moteros veteranos, también hace muy poco nos dábamos un fuerte
abrazo en el homenaje del Ruedas Charras a sus socios más antiguos, hace
muy poco seguíamos discutiendo sobre nuestra pasión las motos, y que
poco es el tiempo que pasamos juntos y que poco valor le damos a las
cosas sencillas que al final resultan ser imprescindibles.
Vsss. al Cielo Amigo mío siempre estarás
en nuestras rutas y nunca te olvidaremos.
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Me dijeron que Manolo se había ido y no me extrañó. Pensé que se había
ido a tomar una caña y unos torreznos a vecinos, o que estaría comiendo
un pinchito de jeta en la Taberna de Elías en La Alberca o unos huevos
con farinato en Ciudad Rodrigo. Eso es lo que pensé porque es lo que
siempre hacía.
Una ruta con Manolo no era una ruta, era más una excursión. El
salía y llegaba pero si querías encontrarle por el camino ya sabías
donde tenías que buscar. Manolo era Manolo y me reía mucho con él porque
le encantaba que todo estuviese bien organizado y siempre aplaudía por
ello pero luego, como si fuese Jekill y Mr. Hide se transformaba en
anárquico y se perdía y hacía lo que le parecía.
Y en esta última ruta de su vida ha hecho lo mismo, fue para
una cosa e hizo la contraria. No podía ser de otra forma. Te vamos a
echar mucho de menos Manolo. Vamos a encontrar mucho a faltar tus
ironías, tus comentarios ácidos pero acertados, tus palabras de aliento
cuando las cosas no terminaban de salir. Has decidido hacer esta ruta
sólo como siempre pero esta vez no lo vas a conseguir y todos nuestros
pensamientos y nuestros recuerdos han decidido ir contigo y te
escoltaremos mientras paras en aquel bar de aquella curva y te
acompañaremos al siguiente si también decides parar.
Gracias por todo Manolo. No te olvidaremos amigo. Vssssssss.
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