12/03/2016 - RUTA DE CASTILLOS DE
CASTILLA
En
la plaza de toros habíamos quedado a
las 10:00 y como alondras furtivas,
fuimos llegando puntuales a la cita.
Nos esperaba el intrépido motógrafo
José Carlos para inmortalizar el
momento y dar la salida a las 10:10
h.
Tira de la tropa Gonzalo con el
auxilio de su coopilota, quien con
su peculiar gps modelo “in paper”
(patentado por Jesús) nos llevan por
la carretera Zamora hasta el Cubo
del Vino para coger la ZA-611 hasta
el Piñero y continuando hasta Toro,
donde haríamos la primera parada de
esta ruta mesetaria para calentar
las manos y tomarnos un café.
Primer castillo de la ruta: el
Alcázar (denominado también como
Alcázar Real de Toro) es una
edificación defensiva de planta
cuadrada ubicada en la ciudad de
Toro (Zamora). La primitiva
construcción data del siglo X, no
obstante las numerosas
reconstrucciones hacen notar que es
una edificación más reciente. Se
encuentra cerca de la ribera,
ubicado en un alto, posee unas
murallas defensivas flanqueadas por
siete torreones y formó parte del
conjunto de murallas que defendían y
abarcaban a la ciudad. El alcázar
fue lugar de residencia de los Reyes
Católicos. |
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Repuestos del frío, seguimos por la
carretera de Medina de Rioseco hasta
el castillo de Villalonso:
fortificación que en el 1235 figura
como perteneciente a la Orden de
Calatrava. En el siglo XV fue
comprado por la familia Ulloa, Juan
de Ulloa y su esposa María de
Sarmiento, familia que defendió la
causa portuguesa de Juana la
Beltraneja contra los Reyes
Católicos, por lo que perdió el
castillo y varias de sus villas. Más
tarde pasó al hijo de Juan de Ulloa
que se alió con los comuneros y fue
condenado a muerte por Carlos I,
aunque se libró mediante la entrega
de una suma de dinero. La mayor
parte de la fábrica actual es del
siglo XV, para lo que se utilizaron
sillares de piedra caliza. Su planta
es cuadrada, con cubos en las
esquinas y torre del homenaje en el
centro.
Vuelta a la carretera y a pocos
kilómetros entramos en Tiedra. El
castillo actual es un cubo
superviviente de la demolición de la
muralla original, protegido por el
foso en dos de sus lados y por dos
paños de muralla de factura
posterior. Desde el año 2011 se ha
realizado un proceso de
restauración. El interior de la
torre del homenaje es un museo. Es
un espectacular mirador por su
ubicación estratégica.
Apurados por el tiempo que se
escapa, retomamos el camino hacia
San Cebrián de Mazote por los montes
Torozos, una de las pocas
ondulaciones que presentan los
páramos al sur de la Tierra de
Campos por el noroeste de la
provincia de Valladolid, para llegar
a Torrelobatón y visitar su
espectacular castillo: el Castillo
de los Comuneros es visible desde
varios kilómetros a la redonda. Es
uno de los castillos de Castilla y
León mejor conservados. Perteneció a
los Enríquez, Almirantes de Castilla
(1455-1473) por lo que en la torre
del homenaje se aprecian los
blasones de esta familia. Tuvo un
papel importante en la Guerra de las
Comunidades de Castilla, al ser
escenario de una gran victoria de
los comuneros, al vencer éstos tras
ocho días de asedio a la fortaleza
en febrero de 1521, y es el último
lugar en el que los comuneros
dejaron huella, tras partir rumbo a
Toro el 23 de abril de 1521 y ser
alcanzados en Villalar, derrotados y
ajusticiados. En 1950 pasa a
depender del SENPA usándose como
almacén de cereales.
Nos dirigimos hacia Tordesillas para
coger la autovía hasta Medina del
Campo, y por la interminable y
rectilínea CL-610 llegamos a
Paradinas para comer en Casa El
Quinto del amable Andrés, en un
bonito y acogedor comedor.
Recomendable para cualquier ocasión.
Y sobre las 17:30 toca volver a casa
por Peñaranda y Alba de Tormes,
habiendo rodado 287 km en la
inmejorable compañía de 8 moteros
con 5 motos: Gonzalo, Auxi, Jesús,
Pepe revi, Paqui, Sebas pan, Mar y
Luis.
Una meticulosa organización de la
ruta elaborada por Gonzalo y Auxi,
con una marcha muy cómoda en un día
fantástico para rodar en moto.
Gracias por vuestro trabajo.
Luis de Cóngorra
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