10/10/2015 -
MANIOBRAS MESEPERAS
Mientras media España estaba de
fiesta, la Guardia Civil con su
patrona, Lorenzo y Rossi jugándose
el Mundial en Japón y las Fuerzas
Armadas preparando su desfile,
nosotros nos vamos de maniobras.
Esta vez el lugar elegido es el sur
de Cantabria, norte de Palencia y
Burgos. El Cuartel General está en
Reinosa, en el acuartelamiento “El Golobar”.
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Las
maniobras constan de tres duras
jornadas para poner a prueba estos
cuerpos guerreros, bregados ya en
mil batallas. El sábado comienza el
ataque, los primeros en partir son
el grupo de oficiales con un pequeño
contingente de tropa a lo largo de
la mañana. La avanzadilla parte
sobre las 10:00 AM, a bordo de tres
vehículos, una versátil Virago y dos
descatalogadas y obsoletas
Deauvilles al mando del oficial Cari
y el teniente Peláez. Como tropa
llevan a la mujer de Adán y a la
reina del arroz con leche.
La
segunda oleada parte hacia media
mañana, su misión es pasar revista
al destacamento de Palencia, para
por la tarde probar la maquinaria y
el armamento por alguna carretera
secundaria. Este segundo pelotón se
denomina pelotón Nini, formado por
el oficial J.A. y la recluta M.A. a
bordo de su blindado Varadero.
Sobre
las 16:00 P.M. parte la clase de
tropa. Estos, aunque físicamente no
dan la talla, en el campo de batalla
dando barrigazos son los mejores.
Estos militares sin graduación son
todos chusqueros reenganchados: los
Ludis, los Charlys y los Bellis.
Estos mercenarios no andan rodeando
ni entreteniendo la tarde, sino que
van derechos al objetivo. Lo cual
hace que aun saliendo los últimos
lleguen los primeros a Reinosa,
después de tres horas de viaje, con
una pequeña distracción a la altura
de Palencia y un merecido descanso
en Fromista.
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Por
orden de llegada les siguen las
Deauville y la Virago, algo cansados
y con más kilómetros, ya que lleva
todo el día de ruta. La última en
llegar es la Varadero ya con noche
cerrada. A pesar del GPS, han dado
alguna vuelta de más.
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En
“El Golobar” nos reciben Ana y
Mario, pareja motera y singular. En
el lugar se respira un ambiente
castrense, con varias reseñas y
recuerdos del Generalísimo; por lo
que deducimos que aquí son más de
derechas que la palanca de cambios.
Estamos hospedados a unos kilómetros
de Reinosa donde pensamos ir a
cenar, siendo el propio Mario quien
se ofrece para llevarnos de dos
tandas, en su flamante Mercedes
monovolumen de no sé cuántos miles
de centímetros cúbicos.
El
rancho fue de lo más normal,
quitando el postre de Mari que se
pidió nada menos que tres de arroz
con leche. También aprendimos a
pedir chuletones, estos tienen que
estar al punto, hechos por fuera y
calientes por dentro. A continuación
unos bailes y unas copas para
relajarse, y sobre las 2:00 AM
tocaron silencio.
El
domingo once amaneció según lo
previsto, no vimos el agua ni de
lejos, y la temperatura fue de menos
a más. En cada parada que hacíamos
la gente se despojaba de todo tipo
de prendas. En esta ocasión cada uno
iba en moto, menos Fernando que iba
en la de Nieves y esta con Floren.
Después de comer se volvieron a
cambiar la monturas, Fernando cogió
esta vez la de Mari, esta se fue con
Floren y Nieves con su Kawa. Paco y
Ludi directos al hotel con ganas de
descansar.
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Para
no aburrir con direcciones,
carreteras y pueblos; se resume más
o menos así: Las bombas las tiramos
en el nordeste. Fuimos dirección al
embalse de Ebro por su cara norte, a
partir de aquí puertosy puertos,
curvas y contra curvas hasta
hartarse. Para regresar a la base ya
oscurecido, por la cara sur del
embalse con 240 kilómetros en las
motos y un montón de risas y buenos
momentos en el recuerdo. Por si
alguien quiere situar la ruta en un
mapa ahí van unos cuantos nombres.
Reinosa, balneario de Corconte,
Puerto De La Magdalena, Puerto del
Escudo, Vega de Pas, Puerto de
Lunada, Liérganes, Puerto de La Sia,
Espinosa de los Monteros, Soncillo,
Cilloruelo de Bezama, Bolmir y
Reinosa.
La
cena fue en el acuartelamiento, y
después de la misma los que más
cenaron optaron por dar un paseo
nocturno por las inmediaciones, y
así perdonarse ellos mismos los
excesos hechos en la mesa. El resto
tuvieron timba, hasta casi la
segunda imaginaria. La gente fue
desfilando a la cama según se lo
pedía el cuerpo.
Doce
de octubre, día de la Pilarica y de
no sé cuántas celebraciones más. Por
la noche había llovido y el suelo
estaba mojado; nada que decir ni
objetar, era lo previsto. Al
terminar de desayunar el primer
contingente parte hacia Salamanca,
Gonzalo en moto y Paco, Ludi y Eva
en coche. El resto traje de agua y
al ataque. |
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Lo
previsto era hacer la llamada Ruta
de los Pantanos hasta Guardo. A
última hora, para despistar al
enemigo se cambió y el ataque fue
por el sureste. Cayéndonos toda el
agua junta que no cayó en los
últimos meses, visitamos dos bonitos
parajes: el mirador del Ebro y
Orbaneja del Castillo. Pasamos por
el pueblo que mejor huele de España,
Aguilar de Campoo con ese aroma a
galletas recién horneadas. Comimos
en un área de servicio, que dada la
fecha, estaba desbordada. Pero como
disciplinados militares, aguantamos
estoicamente en la cola del comedor
las embestidas de camareros y gente
en general. Pasadas tres horas
largas, de vuelta a las máquinas,
pero ya sin agua, nos plantamos del
tirón en Simancas, donde como viene
siendo costumbre realizamos el
último repostaje de las motos y el
nuestro. Sobre las 21:00 PM llegamos
a la capital charra con diez horas
de ruta y 900 kilómetros los que
menos, y 1.200 los que más.
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Solo
decir que estas maniobras han sido
todo un éxito en programación,
disciplina y objetivos alcanzado. Y
que todos volvemos a casa con la
satisfacción del deber cumplido.
Los valientes fueron: Ludi, Paco,
Eva, Gonzalo, Nines, José A.,
Nieves, Jose, Nieves, Floren, Nieves
y Fernando. Con el apoyo de la
caballería de siete motos y un
coche.
Solo
me queda deciros, que VIVA LA MADRE
QUE OS PARIÓ!
…Y que, VIVA ESPAÑA…..COÑO!
Fernando
Reportaje fotográfico
teniente Peláez
&
oficial J.A.; Video
de José Carlos
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