La frase de los moteros están locos, no solo se hace patente, cuando alguno corre a gran velocidad con su motocicleta, hay otras connotaciones, como aquel que realiza 200 kilómetros para tomarse un café por el solo hecho de montar en moto o realiza un largo recorrido para ver un paisaje, también está el motero loco que te llama un día de Agosto con casi 40º y te propone bajar a visitar Cáceres, pero como tu mente se va rápidamente a las curvas de Cañaveral o al paso del pantano del Tajo, sin pensarlo te apuntas a esa chifladura.

  Paco, Julio y un servidor nos bajamos a visitar Cáceres un día de Agosto, como aquel que se come un cocido en verano o un helado en Diciembre.

  Lo curioso es que un día que precede a otro con 40º grados de temperatura en Salamanca, no te imaginas que pasarás frío como así fue o atravesamos lo que parecía el diluvio universal.

  Pero ser moteros es así, por lo que no faltaron esas curvas, la visita a la bonita zona antigua de Cáceres y por supuesto unas buenas cervezas y una paletilla de cabrito.

  El regreso no lo cuento, con una lluvia interminable y con algún incidente más que me reservo, pero lo más importante una buena compañía que nunca te abandona y con los que seguro repetiré alguna locura más.